En 2025 un comprador podrá entrar a una tienda, probarse la
ropa y escoger los colores que desee y, posteriormente, un empleado
utilizará un dispositivo electrónico de mano a través del cual ordenará
enviar los artículos seleccionados directamente a la residencia del
cliente.
Las tiendas no poseerán un gran inventario de
ropa en stock puesto que los clientes no saldrán de ellas cargados de
enormes bolsas como sucede hoy en día. Dicho inventario será llevado a cabo en un almacén externo
desde el cual se enviarán los artículos que fueron comprados en línea a
las direcciones que hayan proporcionado los compradores.
Esto,
según un informe de IBM que ha aparecido recientemente, ocurrirá en un
futuro muy cercano. "Estamos en el momento culmen de una gran cantidad
de cambios". Esta frase fue dicha por Stephen Laughlin, vicepresidente y
director general de IBM.
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